
A medida que pasan los días crecemos juntos, tu voz acompaña mi música hace varios años, y espero que así sea por mucho más tiempo. Un año más, edad a la que muchos interpretan como "Volver a nacer", aunque no creo en eso, la vida es una sola, y los años desfilan uno detrás del otro como si nada pasara a través de ellos, pero como ya sabes, la mujer y la música nunca deben tener fecha ni edad. Siempre fuiste una persona con la cual siempre pude pensar en voz alta, y a la vez expresarme sin emitir sonido alguno. Tu largo pelo castaño contrarresta el color de tus vestidos, quienes parecen prolongaciones del mismo arco iris. Siempre en el lugar correcto, donde se mezclan el alma y el cuerpo, bañándote en el azul de tus propios ojos, los mismos que aprenden a hablar cada vez que te quedas sin voz, elevándote al cielo junto a ella, la chica con ojos de calidoscopio.
* Dedicado a: Rocio Cibils.
Fernando Peláez.
20/02/10 - 12:39 a.m.
Foto: Rocio Cibils, Fernando Peláez.
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