Reflexiones V

Muchas cosas que pasan en nuestras vidas nos pueden llevar a tomar deciciones que no queremos o debemos tomar, y por estar tan concentrados en esas cosas, no le prestamos atencion a nuestras decisiónes o acciones, no nos importa si estan bien, o mal. Nos olvidamos de pensar antes de hablar, y de entender antes de pensar. Se que es dificil a veces separarte de tu propio cuerpo y dejar que tu alma te vea a la distancia para poder crear una opinion personal sobre uno mismo y la situacion que estamos pasando. El camino mas corto no siempre es el mejor, y culpar a la suerte no seria mas que reconocer nuestra propia incapacidad de razonar como persona, como amigo. ¿No nos estamos olvidando de algo?, mientras nosotros nos detenemos a hacer lo que sea, la vida sigue corriendo, el cielo no esta a nuestra disposicion, ni el tiempo espera a nadie, pero yo si. Lo unico que tenemos que hacer es fijar la vista en el punto exacto donde el cielo se confunde con el mar.

Fernando Peláez.
26/11/09 - 8:25 a.m.

Imágenes, palabras & sonidos.

A veces es necesario abrir la mente para ser lo que en verdad uno quiere ser, hay que conocer los caminos para saber cual tomar, hay que aprender a ser niño, hombre y mujer. Hay que vivir una relación peculiar con la belleza y el odio, tenemos que saber cuando dejar actuar a la mente, y cuando es el turno del corazón. La pintura es la libertad de imaginar el lugar y el tiempo, la poesía nos da la libertad de pensar en lo impensable, y la música acompaña a las anteriores dándole el gusto de ser lo que son, estimula nuestras emociones y le da forma al silencio. Gran expectativa nos da ver una imagen en donde se aprecie una pequeña cabaña, acompañada por un río a su derecha, y una gran montaña a sus espaldas. Gracia nos dan las palabras por como se relacionan entre si, como juegan con nuestras mentes usando sus dobles significados, y placer nos da escuchar como un piano y una guitarra alardean con sus blancas, negras, corcheas, semicorcheas, silencios, fusas, semifusas, repeticiones y puntillos, todos bailando sobre 5 delgadas líneas, tan delgadas y frágiles como la capacidad que nosotros mismos tenemos de imaginar.

Fernando Peláez.
7/11/09 - 12:51 a.m.

Pequeños paraísos personales.

Muchas personas imaginan al paraíso como un lugar inexistente, que solo en nuestras mentes podemos imaginarlo, generalmente este mismo consiste de un campo verde con varios árboles, un río, animales, donde siempre brilla el sol, con aire puro, pero yo creo que ese paraíso es nada mas que el paraíso de un soñador. Cada uno de nosotros tiene la libertad de imaginar su propio lugar ideal, chico, grande, lleno de música y colores, o en silencio. Tal vez para un pintor su paraíso sea un galpón donde se aprecie su trabajo, sos pinturas colgadas en las paredes mostrando sus distintas maneras de ver las cosas, un campo de futbol seria el lugar ideal de un futbolista, para un músico su paraíso puede ser el lugar que le transmita mayor inspiración, o simplemente un cuarto cerrado con su instrumento dentro de el. Para un creyente su paraíso debe ser el cielo mismo, sin importar si alguna vez llegue a el o no, para un amante el paraíso ideal puede ser cualquier rincón del cuerpo de su pareja, o su pareja en si, yo creo que mi paraíso es el propio tiempo.

Fernando Peláez.
9/11/09 - 10:43 a.m.

Amiga, compañera de pequeñas melodías azúles.

A medida que pasan los días crecemos juntos, tu voz acompaña mi música hace varios años, y espero que así sea por mucho más tiempo. Un año más, edad a la que muchos interpretan como "Volver a nacer", aunque no creo en eso, la vida es una sola, y los años desfilan uno detrás del otro como si nada pasara a través de ellos, pero como ya sabes, la mujer y la música nunca deben tener fecha ni edad. Siempre fuiste una persona con la cual siempre pude pensar en voz alta, y a la vez expresarme sin emitir sonido alguno. Tu largo pelo castaño contrarresta el color de tus vestidos, quienes parecen prolongaciones del mismo arco iris. Siempre en el lugar correcto, donde se mezclan el alma y el cuerpo, bañándote en el azul de tus propios ojos, los mismos que aprenden a hablar cada vez que te quedas sin voz, elevándote al cielo junto a ella, la chica con ojos de calidoscopio.

* Dedicado a: Rocio Cibils.

Fernando Peláez.
20/02/10 - 12:39 a.m.
Foto: Rocio Cibils, Fernando Peláez.

Floods.

...Por otro lado, a mi me gustaría decir que estoy bien, pero el agua sobrepasa mis rodillas, las puntas de mis dedos duelen, y me encuentro un poco mareada en este preciso momento. Ella se llevo a muchos, y nos devolvió a unos pocos, pero no de la forma que esperábamos. Cada año nuestras familias pierden muchas fotos de su álbum familiar, perdieron miles de historias, dos mil doscientas nueve historias que no pudieron ser contadas, para ser mas precisos. Pero de todas formas aun me encuentro sentada junto a esta roca, sin emitir sonido alguno, intentando adivinar si el arco iris en verdad existe.

Maggie Blair. Johnstown, Pennsylvania. 31 de Mayo, 1889.

Fernando Peláez.
22/02/10 - 20:29 p.m.
Foto: Rocio Cibils.

Madera, vino & amigos: Tiempo.

Es difícil poder llegar a comprender que el tiempo no es el que pasa rápido, o lento, somos nosotros los que pasamos a través de el, como un pequeño barco en un inmenso mar. Es cuestión de aprovechar las horas, porque una hora ganada en la mañana, es un tesoro de la tarde, no nos olvidemos que hay un tiempo para ir de pesca y otro para secar las redes, por más que ignoremos el canto de un gallo, el amanecer siempre vuelve, se va, y vuelve. Por desgracia tu pasaste ya muchas veces a través del tiempo, la piel comenzó a cambiar, y también el pelaje, pero no te cierres en ese pequeño cajón de mentiras, tienes que hacerte su amigo, y hacer un pacto con la soledad. Y ten en cuenta que envejecer es como subir una gran montaña, mientras subís tu fuerza disminuye, pero la mirada es más libre y la vista más amplia. Aunque cuando todo parece no poder entonarse un poco mas gris, existe un punto de tonos rojos, azules, amarillos, y un poco de verdes al final del pasillo, difícil de verlos, pero se pueden oír. Cuanto más vieja la madera, mas grande y vivo es el fuego. A veces desearía que hubiera un espejo para cada milagro.

Fernando Peláez.
4/04/10 - 16:48 p.m.

Nimue & Edwin.

Hace un bueno tiempo tuve el gusto de conocer a un bien tipo, al principio me miraba un poco extraño, pero el tiempo decidió, grandes amigos nos hicimos luego los tres. Pelo largo, canoso, aroma a cigarrillo y un par de arrugas en su cara. Un humilde hombre indiferente a lo que sea que alguien pueda considerar como algo malo, tranquilo, pensador. Viste una tunica rosa, botas verdes, y un pequeño pañuelo azul y amarillo en su cuello. Dándose el placer de existir en una pequeña ciudad de acero, con árboles de una especie de papel amarillento, cielos rojos con nubes de mármol púrpura, ventanas de dulce, y donde las calles parecen mares, donde los autos: delfines. Un arco iris atraviesa uno de los tantos árboles de papel, viniendo del "Después", girando a la derecha en aquel gran edificio sonoro, con destino hacia "Nunca". Lentamente el viejo cruza el mar y entra a una vieja tienda de empeños: "¿Donde puedo encontrar un hombre dominado por la razón, y libre de tentaciones y hábitos?".

Fernando Peláez.
4/04/10 - 18:18 p.m.

Emily Greens.

Ella es una niña del campo, pelo castaño largo, ojos celestes, callada, tímida, y en ocasiones muy dulce. A Emily le gustan los abrazos y las despedidas, coleccionar mariposas, controlar su peso una vez por mes, y jugar con su juguete preferido. Ella cree en ángeles y en los amigos. Sabe que el día posee un solo ojo, pero también sabe que cada estrella que se muestra cuando baja el sol, es un ojo de la noche que siempre se presta para cuidarla de sus propios sueños, este donde este. Sabe que no todo el que no tiene alas tiene la obligación de estar tirado en el suelo, pero ella no sabe si algún día alguien podría llegar a entender que una vela prendida durante la noche brilla más que el sol.

Fernando Peláez.
6/04/10 - 17:00 p.m.

Nube.

Descalza caminando sobre mis verdes en silencio, puedo oirte desde adentro, como llueves desde afuera. La piel cotidiana sobre el suelo ve como te alejas y entras a un lugar repleto de nada mas que diamantes y espejos, hacia tiempo no te veía brillar así. Hoy tu vestido es azúl, tus ojos oscuros, el lugar donde las mariposas vuelan parecia tener mas rosas y el verano calor cada vez que sonreías, no te detengas hasta alcanzar las estrellas. Lo natural crea la melodía perfecta para esta escena: Entre altos árboles que parecen acariciar el cielo, ahí estas. Mente abierta, vista verde, bailando desnuda bajo la lluvia en mi jardín, con sabor a sol en la boca, besos de arcoiris.

Fernando Peláez.
25/04/10 - 18:11 p.m.

Tempo.

¿Enfermedad?, Para muchos es algo demasiado bueno, para mi la lujuria es simplemente una especie de gula física, a diferencia de una sonrisa natural y sin pinturas, natural como lo verde, como vos un día de verano. Cada uno adapta las emociones y hechos a su forma de ser, de vivir, asíque se puede hablar con total libertad de esto sin necesidad de terceros con mala cara. Debo ser franco, a veces lo disfrutaba, a veces no tenia mas remedio, pero se que no se sentía como volver a casa un día de lluvia blanca. No era muy cómodo que digamos, se sentía mal, frío, seco. Después de todo, creo que lo bueno es que me di cuenta que no hay nada mas dulce ni natural que una canción de amor sin estribillos pegadizos, el amor se simplifica en la perfecta afinación del instrumento.

Fernando Peláez.
29/5/10 - 15:52 p.m.